SjueOves 1L9 de enerO 2006

10 y treintipico am

La brisa fría arrasa mi cuerpo, mientras pedaleo de espaldas al Sol y rumbo a mis clases. Las gotas debajo del puente han renunciado a su caída en estalagmitas cristalinas. Árboles desnudos, cielo azul y nubes tímidas, mis suspiros cuentan la historia de una vida: expulsados sin abrigo alguno frente a lo desconocido, su expansión se torna visible y desaparecen sin dejar rastro mientras los atravieso. Y empieza a emerger aquel edificio, el de los 21 pisos, avisándome que ya casi llego a mi destino. Sentado en la fila cabeza aún en las nubes, la profesora profesa los experimentos de Montecarlo y las asunciones asimétricas de la regresión con cuadrados mínimos ordinarios. Y un suspiro me lleva a verme afuera de la clase, ahí sentado entre la gente pero completamente ausente, entre las notas de algunas canciones asi como A Day In the Life, Sky is Falling, 20th century zen, only dreaming, comforting sounds, comp leet, introverted skies, ambience minimus… Un impulso fallido alcanza hacia el aparato que almacena 2 gigas de música para completar el escape, la profesora me mira, mis planes frustrados antes de ideados. El compañero de al lado cabeceando y en el afán de controlar los hilos de baba que en otras ocasiones han alcanzado la mesa. hora de pararse y caminar hacia otro curso, esta vez Mew me acompaña. Entro al curso vacío aún, saco mis cosas y sigo con Snow Brigade. Paso páginas en el cuaderno, llego al final… empiezan a aparecer allí unas líneas… Sentado otra vez, esta vez ni siquiera intenté estar presente. Cuando subí la cabeza el profesor había llenado ya media pizarra y el curso estaba lleno por igual. Pestaño, bostezo, formamos unos grupos para unas actividades, en el de Durkheim fui a parar… Se rompe la taza, hora de otra clase más… caminando entre la multitud de murmullos y ocupancias, pongo Snow Brigade y en realidad no es hora de clases aún, tengo unos 20 minutos. Así que de mi súper mochila produzco un envase de plástico y del envase produzco la ensalada más deliciosa que mortal alguno pudiera saborear: cebolla, apio, cilantrico, perejil, albahaca, rúgula, espinaca verde y morada, orégano, limón, aceite verde, y la primera cosa muerta que como en lo que va de año: atún. saboreando la comida estas ideas solo encuentran paz cuando de la mochila produzco ahora un cuaderno y un lapicero, para escribir esto, y me veo como tantos otros, audífonos puestos, zambullido en estímulos y salidas y actividades y buscando contacto en forma de evasión. Al fin comprendo lo que es extrañar a una persona. Por primera vez me veo solo, completamente solo, y no muy bien que digamos. Por primera vez, comprendo que, a veces, siento la necesidad de hablar con alguien. Simplemente hablar, no necesariamente de lo que me pasa, quizás solo para hacer contacto. En el pasado siempre estaba rodeado de gente conocida y de personas a quienes no necesariamente tenía que acudir para algo específico. Simplemente estaban ahí. Y eso cuenta. Aunque no hables, aunque no conectes, aunque no hablen de nada ni compartan un solo pensamiento. Pero ahí están: vivas, irradiantes, sonrientes, molestas, acusadoras, bendiciendo, juzgando, condenando, ayudando, malpensando, pero vivas. Y compartiendo al menos eso. Igual, la ausencia de la(s) persona(s) con quien(es?) compartía mis mundos internos y externos también ha sido buena maestra... por un lado, es como que las cosas mas lindas y mas buenas siempre las tengo presentes: muchas veces necesito fuerzas y pienso en ti.. con la inspiracion oigo tu voz.. si estoy confundido converso contigo, como si te estuviera explicando (aunque en realidad no estes), si quiero luz tu sonrisa me acompaña. if i'm down you pat me on the back, look for my eyes, and touch my chin. thanks. Y el Sol me alcanza a través del cristal en forma de puerta, me indica ponerme de pie, y salgo a su encuentro. Sus rayos penetran a lo más profundo de mi piel cubierta pero sin abrigo, La Vanguardia permaneció sentada... Y ahí en el frío y el viento sentí el calor, miro hacia la luz y las ramas desnudas se hacen cada vez más finas, desaparecen; y poco a poco el nudo se desbarata, la tela atragantada se disuelve, mis ojos mojados se cierran y las lágrimas ni siquiera alcanzan el suelo.

The cut was deep, and out of flew the words…

En este día y este momento estoy más bien de lo que he estado en muchos otros, y, aunque una de las situaciones que estoy viviendo no es la mas cómoda, eso no quiere decir que esté mal. Es incómodo, pero aquí estoy. Cada golpe en vez de privarme me ayuda a enfocarme: en los momentos difíciles, la disciplina está en santificar la rutina, en hacer de cada momento un milagro, en buscar la magia en las cosas más triviales que hay que hacer cada día para sobrevivir, respirar, preparar los alimentos, comer, caminar, pestañar, sentir como se mueve cada bello del cuerpo, tragar saliva, escuchar, sentir la piel misma, mirar al cielo y a los árboles, aceptar el dolor con una sonrisa y usarlo para crecer… que más hacer? He entregado lo mejor de mí, mi tiempo, mi energía, mi buena voluntad. “Diadas: el tipo de relación más íntima y también más frágil; si una de las partes se marcha, ahí mismo se desbarata,” dijo mi profesor que dijo algún teórico clásico. Y además, estoy contento por mil otras cosas, en mi vida comienzan a abrirse muchas puertas y no hay nada malo en transitarlas solo...