tarde en la noche
“Yo toy viejo” se fue pa la mierda. Mis oídos continúan produciendo cerilla; hace más de dos horas que terminaron de ser bombardeados con sonidos y melodías y vocalizaciones y brincos y platillos y teclados y guitarras con distorsión y más gritos coreados e intermedios de batería y un bajo bien grave y omnipresente y jazzeado y callado de vez en cuando y una que otra cuerda acústica. Hoy descubrí una ventaja de bajar la música por Internet y decirle a los panas que te quemen CDs: no ves las caras de quienes tocan.
Vine a ver el primer librito de este grupo una noche que se apareció un pana de Natalia a estudiar. De una a otra me dicen él y otros dos que quieren subir a mi cuarto a oír unas canciones. Yo, mas temeroso que entusiasmado, asentí. “Sabrá Dios que irán a poner los chamaquitos estos,” pensé… y me pasaron la cajita del cd y veo unas vainas como de un robot retro, cuadrado, con los ojos redondos, la venganza del hombre de hojalata, buej... Y me pongo a ver los nombres de las canciones y de repente algo me parece familiar; no había visto estos nombres, pero reconocía que algo que yo había oído estaba ahí escrito. El panita se apareció nada más y nada menos que con un CD de The Get Up Kids, para mí un dulce reencuentro. Alguna historia de que se fue a California un verano a un campamento o un asunto de estudiantes sobresalientes y le recomendaron que comprara ese CD. A mi me lo dio Teuddis; un día se apareció en la casa con un CD Imation sin nada escrito arriba y me dijo: oye esto. y después de varios intentos le cogí el cansito y me gustó. Me gustó así como que mucho, aquel CD sin carátula ni nombre de canciones ni del grupo ni na. El CD que me quemó Teuddis habrá circulado quien sabe por donde. Después de que me lo robaron del carro (en Intec, cuando cogía clases ahí) con un estuche con algunos 15 discos más (entre ellos Jawbox y hooverphonic), fui a las pulgas donde el pana gordo de la chiva y qué va. No los tenía. Entonces fui al Conde en frente de un restaurante Chino y tampoco. A veces tienes suficiente suerte como para ir a uno de estos dos sitios para que te den una rebaja, porque, según el vendedor “solo tengo el disco, la cajita te la voy a deber”. Claro que la cajita estaba en mi casa, vacía… pero bueno.
Pero bueno. Un día 5 ó 6 años después del robo fue que se apareció el pana de Nana con la cajita. Y ese mismo día, mientras saboreaba otra vez a los Get Up Kids, (a mi como que se me había olvidado que el grupo existía) entré en eMule y tuve la sorpresa de que dentro de poco iban a sacar un CD nuevo, y bajé “Guilt Show (Advance)” antes de que saliera. Y poco tiempo después (la misma semana) le robaron el carro (parqueado enfrente de mi casa) a uno de los panas de Nana que estaba estudiando allá (yup, esos panas son muy aplicados). y ahí mismo se fue el CD con cajita y librito y demás, yo ni llegué a leer las letras o a explorar debidamente los detalles del empaque, como tanto me gusta hacer mientras me siento en el trono. Yo era el próximo en la fila de a quienes le iban a prestar el CD, y no llegó a mis manos. Y una semana después terminó de bajar Guilt Show y dos días después le quemé una copia al ex dueño del otro CD que hasta este día no sé bien como se llama (el CD creo que es Red Letter Day, y el ex-dueño creo que es Ángel). Y poco tiempo después murió mi disco duro.. pero eso es otra historia.
Noel al poco tiempo logró conseguir el clásico, Red Letter Day creo que es que se llama, más algunas otras canciones, y me quemó una copia creo que para el viaje de fin de año a Bahía de las Águilas, y Get Up Kids encendidos en la carretera en algún punto después de Paraíso y antes de llegar a Oviedo. Y la copia me la traje a Chicago, entre los otros 10 CDs que traje más por pena que por otra cosa. El asunto es que en mi primera visita a Reckless Records, compré, al fin, un CD ¡original! del grupito este, Guilt Show (otra vez) con todo y cajita y librito y una foto de los panas que no se entiende muy bien. Y Get Up kids encendidos ayudándome a limpiar la casa, a levantarme por la mañana, acompañándome tarde en la noche haciendo trabajos, y hoy, tocando en vivo ante un público empaquetado en una sola masa de sudor, cantando cada una de las letras, brincando, saltando, bailando, aplaudiendo, abrazándose, teniendo romances de 4 minutos en lo que se acaba una canción de las suaves; y yo, en el medio, empapado, una gota cerrando los ojos de vez en cuando en aquel estado de liberación/disolución entre las olas de gente moviéndose en todas direcciones con ritmos mezclados y diferentes sustancias corriendo por las venas y los panas de seguridad mojando al publico y los panas relajando mientras tocan y volteando los micrófonos hacia el público que canta impecablemente para pedir más al final de cada canción. Y todo esto pasando, yo mezclado en el público sin una preocupación, sin un pensamiento, sin comparar con “la época” o con las vainas áperas del pasado, dándome un concierto fresquecito, por primera vez, sin el bagaje de experiencia y de años y de conciertos malos y de pensamientos de que ya toy medio viejo pa eta vaina y de estar mirando cuáles acordes da el pana o como es que lleva el tiempo el baterista. Y al lado de mi un pana tenía un mega celular en la mano durante todo el concierto, con un número en la pantalla al que no acababa de llamar, su dedo encima del botón de OK para efectuar la llamada en cualquier momento. yo no acababa de entender qué coño estaba haciendo el pana este, no había forma de que se pudiese comunicar con nadie, get up kids no dan mas de un minuto sin bulla entre canción y canción, y si ellos se quedan callados el público se encarga de aplaudir y gritar y vocear, y seguridad continuaba mojando a la gente, y cada vez que empezaba una canción se armaba la danza-empujadera-brincoleteo-desenfrenada, y entonces veo que en una el pana termina de marcar el número y sube el celular y lo mantiene arriba durante toda una cancion, me acordó a un pana griego o romano que alzaba la mano durante las batallas y no la bajaba hasta que se terminaran. luego el pana de celular dijo algunas palabras y trancó. en esa ocasión, le dejó grabada la cancion favorita de su amiga en la contestadora. después llamo a su casa varias veces para grabar otras canciones. y despues estaré yo bajando el bootleg ese de internet.
Y hoy, aparte de la sorpresa que me llevé al asistir a este concierto, el primer concierto de verdad que me doy en Chicago, por primera vez les vi las caras a los panitas estos. Que desorden, de haberles visto las caras antes (en un video o entrevista o webpage o cualquier vaina) hubiese sido cegado por mis prejuicios. Yup, por ahí hay algunos aunque a veces me haga el loco. El tecladista es mi vecino: el jock emo goth frat-boy con su sideways trucker cap, los baggy shorts y el corte de pelo que le hizo un pana bizco y con raquiña, que hace fiestas hasta las 7 de la mañana y solo tiene cerveza y pizza de hace tres días en su nevera. El bajista es el pana que cree que está en una pasarela deleitando al mundo y en realidad está trabajando en Gap pasillando y interesándose más que tú en la ropa que estas comprando y verificando si los atuendos que no tienen disponibles en su tienda estarán en alguna otra para mandártelos a pedir por internet. El que más hacía los leads de los dos guitarristas, así sin sombrero ni botas de vaquero, podría irse a tocar blue grass un domingo en el club social con cualquier conjunto. El que más cantaba de los dos guitarristas es en realidad el pana que toma turnos entre vender algodón de azúcar, ser ayudante en la biblioteca, cuidar chamaquitos ajenos, y levantarse por la mañana pensando “me tengo que ir, estoy tarde!” porque su trabajo en consiste en estar en los centros comerciales simplemente para que haya gente y no estén vacíos. El baterista es el roadie de weezer o pavement o nada surf que se pone a aprovechar 5 minutos de fama en la tarima mientras setea la batería antes de que empiece el concierto, haciendo par de loqueras sin querer llamar mucho la atención (no le vayan a decir que se apee de ahí), y asombrándose a sí mismo cada vez porque en realidad sabe tocar, y si algún día consiguiese la oportunidad, sería un buen baterista.
Pero claro, todo esto en apariencia. Los panitas son verdaderamente geniales, qué energía que transmiten y qué bien que tocan y cuánto talento que tienen. buen sonido, buena selección de canciones, buen humor, buenas transiciones de una canción a la otra, variaciones aperísimas, viven cada minuto de lo que están haciendo en tarima. no se si fue porque me metí de lleno en el concierto o qué, pero no sentí ni desarmonía ni un solo huevo ni que estaban ellos ahí poniendo un show o posando o haciendo las posiciones que tenían ensayadas (por ejemplo, subir el pie en el monitor al momento del solo, o ponerse a brincar así sin ganas cuando viene una parte cool de la canción). fue un concierto de verdad, de tocadera, de compartir, de gozar. Gracias al pana que me vendió la taquilla en la puerta, a pesar de que el show estaba sold out, me ahorré unos cuartos y aprendí que tarde o temprano me terminaré metiendo en el mundo de las ciber compras, no me puedo dar el lujo de dejar pasar conciertos como este.
Moraleja: si tienes un CD de Get Up Kids no se te ocurra meterlo en el carro. Tampoco lo dejes en tu disco duro. Si no lo tienes y privas en tíguere ápero de la época, ve cómpralo y no se te ocurra mirar las fotos de los panas hasta que te guste la música.
11 junio, 2005
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